M. Gitorio y su hermano adoptivo Mauro Slesers dan un paseo por la villa de la verdura, Birmingham, Nayarit, con libreta de notas en mano y lápices con punta.
Para no hablar de las incomodidades que los aquejan, anotan 8:30 a 8:31, 14:56 a 15:06, o bien, 23:12 a 23:16.
Son los minutos del quieres-ser-john-malcovich a la mexicana, para miércoles, como el Melate, porque nos dijeron los técnicos (la Srita. Hilda Brandon incluida) que así el flujo de datos podía maquillarse y añadirse como listado extraordinario dentro de las otras listas, las de los jugadores-no ganadores de los sorteos de Pronósticos para la Asistencia Pública.

Toca escoger la primera P, de "Plaza", y Slesers teclea entonces "Hermosillo, SON", seguido de "Oaxaca, OAX".
La transexuada Mimín tiene un dolor de cabeza provocado por la indecisión: ¿dónde pasarla de la 23:12 a la 23:16 horas? Da dos vueltas con los ojos cerrados y empuja una tecla al azar que marca: "San Luis Río Colorado, SON".